12 enero 2006

2005, segundo año nefasto de la era Zapatero

Menos mal que ha terminado 2005, y aunque el presente 2006 arranque con los mismos asuntos que el año pasado, esperemos que termine del modo que todos estamos esperando: ZP fuera de La Moncloa, botado democráticamente por una gran mayoría de ciudadanos libres, hartos de su funesta manera de "hacer política".

Durante este año Zapatero no ha mentido más que el año pasado, ni ha sido más nefasto para España, ni siquiera sus ministros han metido más la pata. Lo que si ha pasado durante 2005 es que, cada vez más españoles nos hemos dado cuenta de las mentiras, la inutilidad y la mala baba de los siniestros políticos nazional-socialistas que nos gobiernan. ZP el primero, of course.

Hemos tenido de todo en 2005: escándalos económicos, los primeros síntomas de corrupción, accidentes y desgracias de corte diverso (¡ay, el destino...!), represión policial y recortes de libertades, ataques a medios de comunicación, campañas desinformativas, demagogia y propaganda, manipulación informativa, intentos de dividir a las víctimas del terrorismo y a las distintas partes de España, enfrentamientos con las familias, con la Iglesia, con la gente normal y han cantado de manera clamorosa algunas mentiras como la del No a la guerra.

Sin embargo, ha sido el año del respaldo definitivo a las minorías más frikis y peligrosas para la convivencia de todos: el lobby gay, la ultraizquierda, los dictadores más bananeros, el entorno de ETA, los que quieren romper España y los nacionalistas más radicalizados y ultramontanos.

Desde Cataluña nos han llegado algunos de los episodios más cañí de esta España que retrocede día a día y el infernal nacionalismo vasco ha seguido adelante en su proceso de batasunización. Por si fueran pocos, el PSOE en el País Vasco y Cataluña ha concluido con éxito su proceso de conversión en partido nacionalista (¡Enhorabuena!). Para colmo, nos llega el Rovireche gallego, con unas pretensiones al menos tan pueblerinas como las de sus colegas vascos y catalanes (¡faltaría más!). Todo por culpa de Aznar, que fomentaba el nacionalismo con sus políticas autoritarias.

En fin, feliz 2006... No se muy bien por qué.